Alemania. Detrás de este complicado nombre se encuentra un verdadero espectáculo visual. El castillo que mandó edificar el popular Rey Luís II de Baviera en 1869, al sur de Alemania, en medio del paisaje alpino, es visita obligatoria para quienes recorren esta hermosa región. Está inspirado en el estilo de los castillos feudales alemanes y fue cubierto con numerosos cuadros que representan imágenes de leyendas que inspiraron a Wagner en algunas de sus óperas. Escenas de la guerra de los cantores, las batallas de Sigfrido, Tristán e Isolda, se encuentran en pinturas y esculturas distribuidas en diversos salones ricamente decorados en estilo barroco, gótico, románico y hasta árabe. Al castillo se llega a pié desde estación cercana de transporte, en medio de un bosque y, antes de entrar, se observa desde el puente reina María construido sobre una cascada de 45 metros de caída. Se dice siempre que este castillo inspiró a Disney para construir el castillo de la Bella Durmiente en sus parques.
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