jueves, 13 de noviembre de 2008

Jerusalem


Israel. Pronunciar su nombre despierta en cualquier ser humano demasiadas emociones. La Ciudad Santa concentra toda la simbología de las tres grandes religiones monoteístas actuales. De esta tierra dice el Talmud de Babilonia: Diez medidas de belleza descendieron sobre el mundo; nueve recibió Jerusalem y una, el resto del mundo. Se encuentra en el corazón de Israel, recostada entre los Montes de Judea. Las antiguas piedras de la ciudad, saturadas de milenios de historia y sus numerosos sitios históricos, santuarios y lugares de culto, sagrados para judíos, cristianos y musulmanes. Su arquitectura, parques, zonas industriales y suburbios en expansión pregonan su vitalidad. Para los cristianos, Jerusalem es el lugar en el que Jesús vivió, predicó, murió y resucitó. Lugares mencionados en el Nuevo Testamento como los sitios de su ministerio y pasión han atraído peregrinos y fieles durante siglos. Entre esos sitios se cuentan la Iglesia del Santo Sepulcro, el Jardín de Getsemaní, el sitio de la Ultima Cena, y la Vía Dolorosa con las catorce estaciones de la Cruz.

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