viernes, 30 de octubre de 2009

Panamá


Más allá del boom inmobiliario y en famoso Canal, las diversas nacionalidades que forman la población panameña han creado una oferta de alimentos de lo más variada. En Panamá son muy comunes las sopas. Una de ellas es el sancocho, una sopa de pollo condimentada con cebolla, ajo, sal, pimienta, cilantro y orégano. Esta sopa es un plato fuerte de la gastronomía panameña que se sirve como revitalizante después de un duro día de trabajo o de largas salidas nocturnas, y que a los panameños les resulta casi insustituible a pesar del calor del ambiente. A otra sopa típica se le conoce con el nombre de Fu-Fu, una sopa hecha con leche de coco, plátanos verdes y pescado con una pizca de un condimento picante llamado ají chombo. Como las costas panameñas están bordeadas por océanos, los pescados y mariscos son frescos, abundantes y exquisitos. Los mejillones, el salmón, los camarones, el pulpo y toda la variedad de especies están a disposición de la imaginación para obtener platos tan suculentos como los que se preparan en el país. Algunos de los platos locales incluyen tortillas de maíz, frijoles, plátanos verdes o carimañolas, carne envuelta en una masa de yuca frita, una exquisitez para cualquier cena exigente. Tampoco se pueden dejar de probar los pasteles de pollo, piña, pavo o chorizo que se elaboran en Panamá.

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