Lisboa

Portugal. Una ciudad amable y tranquila, al frente del río Tajo, que le sorprenderá gratamente. Según la tradición, fue fundada por Ulises. Hay que conocer la Plaza Marqués de Pombal, el Parque Eduardo VII, la Plaza del Rossio, el Barrio Alto, la Catedral, el Castillo de San Jorge, el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belén y el Monumento a los Descubridores. Camine por el barrio la Alfama un laberinto de callejuelas, hay que perderse en ellas, para mirar, descansar y siempre encontrará algún rincón interesante y algunos de los miradores que ofrecen una excelente panorámica de la ciudad. Los pasteles son muy buscados por el visitante y los más famosos son los de Belém, barrio de la época dorada de Portugal, con el Monasterio dos Jerónimos y su famosa torre, ejemplos del exuberante estilo manuelino. No olviden visitar el Centro Cultural de Belém, al igual que sus grandiosos jardines. También son imperdibles el Barrio Alto, Estrela y la Baixa ya que cada uno guarda interesantes historias. Disfrutar del fado portugués es una gran experiencia. Si tiene tiempo, acérquese al Santuario Mariano de la Virgen de Fátima y visite la Basílica.